¿En dónde jugarán los niños?

En la tarde de este miércoles se realizó la sexta sesión del año, en el Concejo Deliberante de nuestra ciudad. Fue una reunión breve, de menos de dos horas de duración, en la que se dieron tratamiento a los 33 proyectos incluidos en el orden del día, además de otros 10, presentados sobre tablas.
Entre los temas abordados, se destacó la iniciativa de la concejala Romina Arroyo (Salta Nos Une), quien propuso la modificación del Código de Planeamiento Urbano Ambiental, establecido en la Ordenanza 13.779. Con el objetivo de no acrecentar la afluencia de tránsito en horas pico en el microcentro salteño, el proyecto prevé la prohibición de instalar nuevas instituciones educativas de nivel inicial en esa zona de la ciudad.
La autora de la iniciativa explicó que se trata de un proyecto de ordenanza que “completaría la prohibición y el Cuadro de Planeamiento” existente, dado que “ya tenemos prohibida la instalación de instituciones de nivel primario y secundario” en la zona microcentro. Arroyo aclaró también que “las salitas maternales quedarían fuera de esta prohibición”, debido a “la necesidad de las mamás de tener a sus bebés cerca de su lugar de trabajo”. Por último, la legisladora afirmó que “este proyecto es de aplicación a futuro, o sea que no corre para las instituciones que ya están en funcionamiento”.
Luego de adelantar que el bloque del Partido Obrero se abstendría en la votación, la concejala Cristina Foffani fue lapidaria al referirse al proyecto: “No puede ceñirse la oferta educativa a un problema de tránsito no resuelto”.
La legisladora del PO también le recordó a sus pares que, durante 2016, se modificó el Código de Planeamiento, elevando el máximo de altura permitido en las construcciones de distintas zonas de la ciudad. Desde la visión de la legisladora, “esto es una contradicción”, ya que se estaría promoviendo un aumento demográfico y, a la vez, prohibiendo la instalación de nuevas instituciones educativas. Según la concejala, esto atentaría contra el acceso a la educación de gran parte de la población. “Acá vienen especuladores inmobiliarios, les piden que le voten un código de planeamiento urbano y ustedes le votan”, concluyó.
Finalmente la modificación a la ordenanza fue aprobada, con las abstenciones de los concejales trotskistas presentes: la mencionada Foffani y su compañero, José Britos.