Si no hay justicia, hay escrache

El presidente Mauricio Macri fue escrachado una vez más, este mediodía, durante su descanso en la ciudad bonaerense de Tandil. El mandatario salía de una iglesia cuando un grupo de vecinos, a los gritos y con algunos insultos, le manifestó su repudio a la política que viene llevando adelante.
“Pará la mano”, “Respetá la Ley” y “Andá a laburar”, fueron algunos de los reclamos vertidos por una veintena de personas concentradas frente a la Parroquia del Santísimo Sacramento, donde Macri mantuvo una breve reunión con el intendente de Tandil, Miguel Lunghi y el padre Raúl Troncoso, párroco del lugar. Los manifestantes reclamaban, también, por la libertad de Milagro Sala y por la apertura de la paritaria nacional docente.
Aprovechando el fin de semana largo, el pasado jueves el presidente se trasladó a su ciudad natal, junto con su esposa Juliana Awada y su hija más chica, Antonia. Allí se alojó en la estancia La Carlota, perteneciente a su madre, Alicia Blanco Villegas. Como parte de su ocio, Macri también tuvo la posibilidad de jugar al golf en el exclusivo El Valle Country Club. En 16 meses de gobierno, el mandatario ya contabiliza 64 días de vacaciones.