El Gobierno de Mauricio Macri desplazó a un funcionario clave: el procurador general del Tesoro y jefe de los abogados del Estado, Carlos Balbín. Su salida había sido anticipada a fines del año pasado, pero se concretó ahora y a las apuradas.

Cabe destacar que en Casa Rosada lo tenían en la mira hace tiempo, por su postura en conflictos como el acuerdo con los holdouts, la suba de tarifas y el escándalo por el pacto entre el Estado y el Correo Argentino: Balbín había ordenado una auditoría y su rol no cayó nada bien en el ámbito presidencial.

Según indicó el diario La Nación, Balbín dejará en los próximos días el cargo y asumirá en breve como representante especial para los derechos humanos en las Naciones Unidas, cargo que quedó vacante desde que Leandro Despouy pasó a cumplir funciones en Interpol, en medio de desacuerdos por la estrategia oficial llevada adelante en el caso Milagro Sala. Sin embargo, oficialmente aún no aceptó esa propuesta, que desde el Gobierno intentaban mostrar como un ascenso.

Así, Balbín terminó siendo desplazado pese a su trayectoria académica y conocimientos técnicos, más allá de contar con el aval tanto del presidente de Boca Juniors y aliado de Macri, Daniel Angelici, como de la líder de la Coalición Cívica y miembro de Cambiemos, Elisa Carrió.