En lo que va del año, se incendiaron 505 hectáreas de pastizales en la ciudad, según indicó este miércoles Nicolás Kripper, subsecretario de Prevención y Emergencias municipal. Se trata de la mayor cantidad de tierras devastadas por las llamas en los últimos años. En 2016 se habían quemado 174 hectáreas.

El funcionario resaltó que en lo que va de 2017, el mes más adverso fue septiembre, cuando se produjeron 50 incendios que arrasaron con poco menos de 200 hectáreas. En agosto, en tanto, las llamas alcanzaron más de 67 hectáreas en 142 focos. En julio, los incendios forestales fueron 132, consumiendo 137 hectáreas y, en lo que va de este mes, finalmente, se quemaron 104 hectáreas en 6 siniestros ocurridos en la ciudad.

Kripper aseguró que los 330 focos que hubo este año fueron causados por el hombre, y en la mayoría de los casos por quema de basura. "Si bien hay factores naturales que no se pueden contrarrestar, es muy importante que los vecinos colaboren para reducir la probabilidad de que se generen incendios”, manifestó.

La temporada de incendios de pastizales se extiende en la provincia desde mayo hasta las primeras lluvias, que suelen ser cerca de noviembre. En este período, está prohibido quemar basura, restos de poda o pastos secos. Asimismo, se recomienda no arrojar colillas de cigarrillos encendidas.