La fiesta de ¿todos?

Este 16 de abril, la ciudad de Salta cumplió 437 años y, como es costumbre, hubo celebraciones en distintos puntos de la capital. Al respecto, podemos ensayar cuatro lecturas.
La formal
Las actividades comenzaron con la colocación de la ofrenda floral al pie del monumento al fundador, Hernando de Lerma, en la plaza Güemes. Y continuaron en Plaza 9 de julio, donde se izaron las banderas y se sirvió el tradicional chocolate.
Acto seguido, las autoridades se trasladaron al parque San Martín para el desfile cívico militar, del cual participaron escuelas y colegios, representantes de colectividades, fortines gauchos y divisiones del Ejército y de las fuerzas de seguridad.
Tras las armas de fuego, fue el turno de las armas de la gestión municipal. Así, camiones, mezcladoras, excavadoras y maquinaria vial también tuvieron su lugar en el desfile, junto al personal y los móviles de los CIC’s y de la subsecretaría de Tránsito. Llamó la atención, sin embargo, no ver pasar a las famosas motocargas de la reconversión carrera.
La histórica
Como todos sabemos, la ciudad de Salta fue fundada por el español Hernando de Lerma, el 16 de abril de 1582. Esta tarea fue encomendada por el virrey Álvarez de Toledo.
Para ello, el conquistador desalojó a la comunidad indígena que habitaba el territorio elegido para la fundación. Los “Saltas”, entonces, debieron desplazarse hacia las afueras de la que, originalmente se llamó “Ciudad de San Felipe y Santiago de Lerma en el valle de Salta, provincia del Tucumán”.
El lugar elegido para el acto fundacional, fue el centro de lo que hoy es la Plaza 9 de julio. Allí se clavó la “Picota”, un tronco que simbolizaba el lugar elegido para el ajusticiamiento de malhechores o bandidos.
Durante el siglo XIX, la ciudad fue escenario de las guerras contra la corona española, siendo la Batalla de Salta, un suceso bélico clave para alcanzar la independencia.
La política
Sin dudas, el dato político de la jornada del último martes, fue el apoyo brindado por el intendente Sáenz, a las aspiraciones presidenciales del gobernador Urtubey.
Sáenz emitió un discurso que comenzó leído, en un tono uniforme y con el contenido esperable. Sin embargo, en pocos minutos se transformó en una arenga de campaña. Fue a partir de la frase (ya utilizada en otras ocasiones) “No creo en las grietas que separan, sino en los puentes que unen”. Toda una metáfora de su gestión, en la que la obra pública fue el caballito de batalla.
Fragmento del discurso del intendente Gustavo Sáenz (Audio: El Diablito)
La ciudadana
Y como cada vez que se festeja un cumpleaños, cuando se corta la música y se van los invitados, llega el momento de lavar las copas, limpiar todo y acomodar la casa.
Y de la foto, pasamos a la película completa, cuando vemos que debemos continuar con las actividades. Y que la ciudad no se detiene para festejar, o sólo lo hace por unos minutos.
La ciudad y sus vecinos seguimos esperando obras que nos permitan vivir mejor, a todos, sin distinción. Seguimos esperando lugares más limpios, calles más seguras, más transitables. Poder movilizarnos bien. Seguimos esperando gestiones transparentes, que administren nuestros recursos con responsabilidad, pero también que nos permitan participar más.
Y entonces sí, celebrar nuestro cumpleaños con alegría y la tranquilidad de saber que todos estamos festejando.