Dignifico

En este tiempo que nos toca vivir, no viene mal tratar de comprender existencialmente lo que significa dignificar. Si lo pensamos sería como lograr, proporcionar, hacer posible que algo o alguien alcance el más alto nivel de valoración, de integridad, de experiencia.
Y creo que nos pondremos de acuerdo con que lo primero a dignificar es la vida, el ser humano. Nada por encima de su valor. Todo desde aquí tiene un significado profundo, por lo que es necesario que todo recupere la identidad genuina, la que le da su valor. Dignificar por esto su entorno social, su medio, su historia, cómo se dignifica la más pequeña célula, el más pequeño gesto, la más amplia sonrisa; todo es tan importante desde esta perspectiva: la vida como posibilidad siempre posible, siempre nueva, en avance y transformación. Opuesto a esta experiencia estaría el conformismo, la estabilidad, el concepto estático de que “todo está bien”, el que si ya se ha alcanzado algo, está muy bien seguir cultivando “más de lo mismo”.
Si la vida siempre está en evolución, el ser humano nunca se sentirá satisfecho y completo. Cuando se convierte en lucha una aspiración, se degradan las personas, las cosas, los medios, las posibilidades y se hace necesaria la tarea de dignificar.
Si miramos a nuestro alrededor, la violencia es la forma que toma la destrucción de la dignidad en todos los niveles. Cada vez más seres humanos comprenden que no pueden Ser plenamente, si no lo es con todo lo que los rodea; eso que los rodea tiene tanta amplitud como profundidad, desde el átomo hasta el más sorprendente de los fenómenos del universo aún por explorar.
Dignificar ¿qué, a quién y por qué ?
Observemos personas, lugares, hechos, situaciones, donde se vea afectada, disminuida u oprimida la dignidad. ¿Cómo podemos aportar en el lugar donde vivimos, trabajamos o estudiamos, a la dignificación de la vida?. Observemos en esos ámbitos qué riesgos o amenazas corre la vida, y comprometámonos en acciones para que este existir sea dignificado.
Considero que hoy el mundo necesita que el ser humano sea el valor central y que podamos sentirnos dignos con nuestras acciones, para ser referentes, ya que los que nos gobiernan, deliberadamente, pretenden cosificarnos y hacernos sentir miserables desde nuestra condición de seres humanos.